Esta forma única de CO2 permite una mayor solubilidad y un alto coeficiente de difusividad en las materias primas, lo que hace que la extracción sea más eficaz y respetuosa con el medio ambiente que los métodos tradicionales.
El CO2 supercrítico se obtiene aumentando la presión y la temperatura del dióxido de carbono hasta que se convierte en un disolvente, un intermedio entre un gas y un líquido.
Gracias a estas propiedades, el CO2 supercrítico penetra hasta el corazón del material para extraer los compuestos de interés. Variando los parámetros de funcionamiento de la extracción, podemos controlar el poder disolvente del CO2 y seleccionar así las moléculas o compuestos extraídos según su naturaleza química.
Los fluidos supercríticos se utilizan como disolventes eficaces en procesos como la extracción, impregnación, formación de partículas (SAS, PGSS, RESS), formulación, esterilización, recubrimiento de compuestos, extracción de principios activos, limpieza y reacciones químicas, y otros por descubrir.

El producto final no se altera con el calor y permanece libre de contaminantes, lo que garantiza una calidad óptima.

Los costes de funcionamiento se reducen gracias al bucle de reciclaje de CO2, el bajo coste del CO2, el tiempo de proceso reducido, la baja temperatura y el sistema de reducción del consumo disponible en los modelos XL.

Al ofrecer una alternativa a los disolventes derivados del petróleo, el CO2 supercrítico reduce los riesgos para la salud y el medio ambiente, contribuyendo así a tu política de RSC.

Este proceso respeta el medio ambiente al utilizar CO2 recuperado y reciclado, contribuyendo a una producción más ecológica.
Este disolvente es «verde» porque el CO2 utilizado en el proceso es un producto recuperado. Es en sí mismo un coproducto generado durante ciertos procesos industriales. Por tanto, se recupera fácilmente y se reutiliza para futuras extracciones. Este método requiere menos energía y recursos que un proceso convencional. Además de ser más respetuoso con el medio ambiente, el CO2 supercrítico también ofrece otras ventajas económicas. Es más rentable que los disolventes químicos tradicionales, que pueden dejar residuos químicos indeseables en los productos finales. El CO2 supercrítico no deja residuos, lo que simplifica el procesamiento posterior.
El CO2 supercrítico ya se utiliza en muchas industrias, como la alimentaria, la farmacéutica y la de perfumería. Sin embargo, su potencial de desarrollo sigue siendo inmenso y podría utilizarse en muchos otros sectores.
El CO2 supercrítico representa una oportunidad única para construir un futuro más ecológico y económico. Es importante seguir explorando y desarrollando esta tecnología para garantizar un futuro más sostenible a las generaciones venideras.
SFE Process - 2025 - Todos los derechos reservados